IMPERMEABILIZACIÓN DE CUBIERTAS.

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La cubierta es la parte del edificio destinada a protegernos de los agentes externos (lluvia, sol, nieve, etc.).
Esta protección, tiene que soportar unas condiciones extremas, que variarán en función del clima de cada zona.
Para soportar estas condiciones, existen diferentes sistemas y acabados que se adaptan a las exigencias de la zona y al diseño de cada cubierta.

¿Cual es la mejor impermeabilización para una cubierta?

No tenemos que pensar cual es la mejor impermeabilización del mundo, porque no existe. Lo que deberíamos preguntarnos es que impermeabilización es la que más nos conviene.
Existen muchos sistemas de impermeabilización en el mercado y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Habrá sistemas que den muy buenos resultados en unas situaciones y que no sirvan para otras.

¿Qué impermeabilización me conviene más?

Existen muchos factores que influyen a la hora de elegir un sistema de impermeabilización u otro, entre los que podríamos destacar:
  1. La protección de la impermeabilización actual.
  2. El uso que se le vaya a dar a la cubierta.
  3. El acceso hasta la cubierta para poder impermeabilizarla.
  4. El presupuesto disponible para realizar la obra.

La protección de la impermeabilización actual

Este factor es uno de los más determinantes a la hora de elegir un sistema de impermeabilización u otro.
En una cubierta transitable, con una protección pesada a base de mortero y acabada con baldosas, es posible impermeabilizar directamente sobre las baldosas con un sistema líquido autoprotegido. Pero en el mismo caso, igual no podríamos impermeabilizar sobre las baldosas y volver a colocar otra protección pesada (por el incremento de altura, peso, etc.).
A continuación vamos a nombrar los dos tipos de protecciones existentes, sus ventajas e inconvenientes:

Protecciones pesadas

Las protecciones pesadas son las más conocidas, están compuestas por un material pesado que protege la impermeabilización e incrementa el peso de la cubierta.
Entre las protecciones más conocidas podemos encontrar:
  • Capa protectora de mortero: habitualmente suelen ir revestidas con baldosas, pinturas resistentes a la abrasión, etc. Utilizada para cubiertas transitables, debido a su resistencia a la abrasión, etc. Estos sistemas son bastante caros.
  • Protección de losas superpuestas: las losas van sueltas, sin ningún material de agarre. Esto facilita el acceso a la impermeabilización en caso de tener que repararla. El tipo de losa será el que defina su utilidad (transitable o visitable). Las más utilizadas son las losas que incorporan el aislamiento.
  • Capa protectora de tierra: la tierra es utilizada para crear un jardín y su vez protege la impermeabilización. Cada día son más utilizadas para crear cubiertas ajardinadas, ya que es una forma de crear una cubierta bonita, ecológica y con un buen aislamiento. Se puede combinar creando zonas transitables o visitables. Son sistemas bastante caros. Hay que tener cuidado con lo que se planta.
  • Capa protectora de grava: en este caso la grava (canto rodado) es el que protege a la impermeabilización. Es un sistema económico utilizado para cubiertas no transitables. El mayor inconveniente, es que se acumula mucha suciedad y son difíciles de limpiar.
  • Capa protectora de agua: son cubiertas llenas de agua hasta una altura de 20cm. aprox. Utilizadas mayormente en naves industriales. Su uso es para zonas no transitables. Ya no se utiliza mucho.
Ventajas: la principal ventaja de las protecciones pesadas es que la impermeabilización no queda a la intemperie. Esto hace que esté protegida de los rayos UV, del frío y del calor, alargando la vida de la impermeabilización. Todas las impermeabilizaciones son compatibles con estas protecciones.
Inconvenientes: el inconveniente principal de las protecciones pesadas es su precio. En la mayoría de los casos su precio es bastante más elevado, pudiendo doblarse o triplicarse, respecto a una impermeabilización autoprotegida.

Impermeabilizaciones autoprotegidas

Este tipo de protecciones van adheridas a la propia impermeabilización, evitando el incremento de peso de la cubierta.
Los sistemas más conocidos son:
  • Láminas asfálticas: la protección puede ser una lámina de aluminio, escamas de pizarra o gránulos cerámicos. La protección de este impermeabilizante se coloca en la fábrica. Tienen un coste de instalación muy bajo. Este tipo de superficies no son transitables.




  • Láminas de PVC: la protección de este impermeabilizante es una película resistente a los rayos UV. La lámina trae la protección colocada desde la fábrica. Suelen ser utilizadas en superficies muy grandes o sin muchos puntos singulares (naves industriales, centros comerciales, etc.). Estas superficies no son transitables. Tienen una gran duración.





  • Caucho líquido: estos impermeabilizantes son protegidos con un revestimiento resistente a los rayos UV y al desgaste. La protección se aplica en obra como otra capa adicional. Dependiendo de la protección aplicada podrá ser transitable, visitable o no transitable.





  • Poliuretano líquido: este tipo de impermeabilizantes pueden tener diferentes acabados, en función del uso que se le vaya a dar. La capa protectora se aplica a base de capas de diferentes productos, en función del uso. En función del acabado, puede ser transitable para vehículos, peatones o solo visitable. Hay protecciones que aumentan la garantía de la impermeabilización de 10 a 20 años.




Ventajas: Su principal ventaja está en su menor coste de aplicación, respecto a las protecciones pesadas y la facilidad para reparar las zonas dañadas. Otra ventaja importante, es la posibilidad de aplicar estos sistemas sin levantar la protección existente (si está en buen estado).
Inconvenientes: Cada sistema tiene unos inconvenientes diferentes.
  • Sistemas de láminas: su principal problema es que no se pueden utilizar para zonas transitables.
  • Sistemas líquidos: el mayor problema de estos sistemas es la lluvia. En épocas lluviosas es muy arriesgado aplicarlos, ya que si hay humedad en el soporte pueden aparecer ampollas en la impermeabilización.



Recomendaciones para hacer una buena elección

A continuación, vamos a nombrar los pasos a seguir, para saber que sistema es el que más nos conviene:
  1. Pedir ofertas de los diferentes sistemas que se adapten a las necesidades de vuestra cubierta, en función del tránsito que vaya a tener y de la protección actual de la cubierta.
  2. Informaros sobre las garantías que ofrece cada sistema, a ser posible que os lo entreguen por escrito.
  3. Dividir la parte del presupuesto correspondiente a la reparación y al acceso hasta la cubierta.
  4. Valorar el presupuesto que disponéis para realizar la obra, teniendo muy en cuenta los pasos 2 y 3.
  5. Decidir entre los diferentes acabados de cada sistema.







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